¿Por qué, por qué, por qué todos posponemos las cosas que debemos hacer por lógica? Ir al médico para esa revisión que está pendiente, empezar la nueva rutina del gimnasio, comprobar nuestro plan de jubilación… Lógicamente son cosas buenas y positivas que pueden mejorar nuestra salud y nos permiten centrarnos en el futuro de nuestras familias. Sin embargo, a pesar de la lógica, muchas personas posponen estas cosas simples que pueden mejorar rápidamente su situación personal.
Creo que nos cuesta tanto actuar por el miedo a enfrentarnos a la verdad y a los cambios inevitables que tendremos que hacer.
Una visita al médico le recordará que debe comer un poco más sano, beber un poco menos e intentar perder algo de peso, y por desgracia, a veces le dará alguna noticia que requiere un cambio drástico. La primera vez en el gimnasio siempre es la peor y la que le recuerda que ya no está tan en forma ni es tan joven como antes. Y cuando llega la revisión financiera, ve que tiene que esforzarse más en ahorrar y estar atento a los cambios del mercado.
Es fácil ver estos mismos comportamientos en las empresas, especialmente en esta época del año. Los objetivos de ventas anuales entran en escena, el tiempo corre para alcanzar los objetivos de mejora de la productividad, los objetivos de tesorería e inventario de fin de año están cada vez más cerca. Una vez más, muchas empresas continúan haciendo lo mismo y esperan que estos días de cálculos no lleguen nunca, o peor, empiezan a aceptar su destino y, al igual que ocurre en el gimnasio, se proponen hacerlo mejor el año que viene.
Creo firmemente que la salud de su inventario como distribuidor, comerciante, centro de servicio o fabricante es tan importante para la salud de su negocio como el corazón para su salud personal. Es la savia de su negocio y a menudo supone entre el 60% y el 85% del coste de su negocio. ¿Está haciendo un chequeo de su negocio ahora? ¿Trabaja para mejorarlo cada día? ¿Dispone de análisis y planes de mejora a largo plazo?
Créame que no hacer nada diferente nunca dará un resultado significativamente diferente, que actuar demasiado tarde sólo hace que sus posibilidades de éxito sean aún menores. No hacer nada significa que está retrocediendo, ya que su competencia está cada vez más en forma y más saludable. No espere, actúe ahora y mejore la salud de su empresa.