Como sabemos, los síntomas del estado de la salud mental de una persona no siempre son visibles. A diferencia de los síntomas de la salud física que sí son visibles. Toni se rompió una pierna; ahí está la escayola para demostrarlo. Erica ha tenido una intoxicación alimentaria; no vamos a entrar en detalles.
No todo el mundo está dispuesto a compartir sus problemas de salud mental con los demás, especialmente en el lugar de trabajo. Quieres demostrar que eres el rey de la oficina, y los reyes de la oficina no sufren ataques de pánico y ansiedad. Uno quiere demostrar que tiene mucha energía y que es hiperproductivo, pero la depresión puede hacerlo extremadamente difícil.
Entonces, ¿cómo podemos ayudar a nuestros empleados si no sabemos que hay un problema?
Compruébelo regularmente y conviértalo en parte de su cultura empresarial.
Comprobar el estado de los empleados siempre ha sido una parte importante de la cultura empresarial. Ahora que muchos de nosotros trabajamos a distancia, es más importante que nunca. Cuando todo el mundo está en la oficina, surgen las conversaciones y se crean amistades de manera natural. Las ideas fluyen libremente cuando los empleados hablan entre sí, incluso cuando no se han planeado. Los empleados pueden sentirse involucrados. El COVID y el trabajo a distancia han cambiado tanto la interacción social que es fácil sentirse aislado.
Esfuércese por mantener conversaciones más profundas que un simple «¿Cómo estás?». La respuesta estándar y segura es «Bien», pero eso no va a servir de mucho. Son saludos y respuestas superficiales sin más. Intente relacionarse con los empleados de una manera significativa, preguntándoles sobre sus sentimientos, su carga de trabajo, cómo se llevan con el resto del equipo, etc. Puede que no se dé cuenta, pero preguntar por su familia, sus amigos, sus mascotas, sus aficiones, etc., genera confianza, de modo que si necesitan acudir a usted con sus preocupaciones personales, se sentirán más seguros haciéndolo.
Según Harvard Business Review, «casi el 40% de los empleados de todo el mundo afirmaron que nadie en su empresa les había preguntado si estaban bien, y hasta un 38% de los encuestados mostraron que su salud mental se había resentido desde la llegada del Covid».
No pasa nada por ser vulnerable. Pregunte a sus empleados y compañeros cómo les va, y comparta cómo le va a usted. No es necesario que les cuente toda su vida ni que ellos le cuenten a usted la suya, pero estamos viviendo tiempos especialmente difíciles: simplemente inténtelo.
Reconozca que la situación que está viviendo cada persona es diferente.
Aunque todos estamos pasando por esta pandemia juntos, en cierta medida, es importante tener en cuenta que todos tenemos circunstancias y antecedentes diferentes. Como señala HBR «Las experiencias en temas salud mental diferirán según la raza, el estatus económico, el estatus como residente del país, el tipo de trabajo, la paternidad o las responsabilidades respecto al cuidado de otras personas, y muchas otras variables».
Tenga cuidado con sus palabras. Un simple comentario, aparentemente inocente, puede parecer insensible o hiriente. Hacer analogías puede ser una forma eficaz de transmitir su punto de vista, pero su vida puede no ser igual que la de sus empleados. Por ejemplo, no compare las dificultades económicas. Aunque usted le esté pagando a sus empleados, no conoce su situación financiera.
Sea flexible.
Un bebé que llora de fondo o unos niños que interrumpen una entrevistaen directo no es poco profesional: es la vida que estamos viviendo en este momento. Sí, tu hijo está en tus brazos en una videollamada; no pasa nada. Sí, tu perro está ladrando y no te oímos; esperaremos a que se vaya el cartero. Además, intente reducir el estrés estableciendo unas expectativas claras sobre la carga de trabajo y especificando qué proyectos o tareas son más prioritarias y cuáles pueden posponerse.
Estos consejos pueden ayudar mucho a sus empleados. Conocer el estado de su empresa es primordial para tener éxito, y para conseguir este éxito necesita cuidar la salud de sus empleados. Nuestra carga de trabajo puede hacer que nos distraigamos, pero con un poco de esfuerzo (aunque constante), todo el mundo puede sentirse mejor y rendir más.